República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder
Popular la Defensa
Universidad Nacional Experimental Politécnica de la
Fuerza Armada
Núcleo Apure
4to Semestre de Ingeniería Civil; Sección:
04-ICV-D02
Profesor: Ing. Gilberto Díaz
Integrante:
Mayre Tejada C.I.24.518.752
San
Fernando, Mayo de 2012
Llamamos universidad a la Institución de enseñanza
superior e investigación con diversas facultades y escuelas, que concede los
correspondientes títulos académicos.
La Universidad es un elemento clave en el desarrollo de los pueblos. De
su excelencia depende que los países puedan construir una masa crítica de
profesionales al servicio del bienestar nacional, entendiéndose por este una
sociedad culta, integradora e igualitaria, con propensión a la solidaridad y a
la búsqueda del desarrollo y bienestar.
La creación de las Universidades representa para
la construcción del país venezolano, un paso al frente en lo que significa
crear una plataforma de conocimientos pertinentes a las necesidades sociales y
a la singularidad de cada territorio donde ellas se insertan, para impulsar el
desarrollo de un modelo de Universidad que responda a las directrices de las
necesidades educativas.
Ahora
bien, La Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada
Bolivariana (UNEFA) es
una institución Universitaria de la Fuerza
Armada de Venezuela que forma profesionales
civiles universitarios a nivel superior, que consta con mas 240.000
estudiantes, a nivel nacional
La UNEFA NUCLEO-APURE se apertura en
septiembre del 2004 en las instalaciones del INCE contando con solo 2 ambientes,
mas tarde en el año 2006 instalan su sede el antiguo Centro Comercial Pacheco, para este año fue aprobado un aporte por
parte de la Gobernación del Estado para el funcionamiento de la universidad,
debido al poco espacio y poca
disponibilidad para la creciente matricula de bachilleres que a lo largo de los
años han ingresado a esta casa de estudio, ah ocasionado diferentes situaciones
incomodas para la población estudiantil como la reorganización de horarios por
falta de ambientes disponibles, baños en mal estado, con poca capacidad para
tantos alumnos, la ausencia de un comedor para todos o al menos la mayoría de
los estudiantes, la falta de áreas de esparcimientos, estacionamiento amplio,
entre otros. Es por esto que es de gran importancia y pertinencia la creación
de una sede amplia, y de confort, que satisfaga hasta las necesidades más
básicas de los estudiantes unefistas, como el trasporte público y al alcance de
todos, ambientes amplios con capacidad suficiente para las matriculas,
laboratorios de calidad y dotados con material indispensable, bibliotecas con
la disponibilidad de materiales necesarios y pertinentes para cada carrera. Ante la situación que se ah descrito
en este trabajo, la pregunta es ¿Qué debería hacer la universidad para
enfrentar con éxito los nuevos retos? Y la respuesta, casi obligada es: la
universidad debe cambiar, si quiere sobrevivir. Sobre esta afirmación existe un gran consentimiento, como se desprende
de las diferentes consultas internacionales realizadas por la UNESCO (1998) con
relación a este tema. Pero, cuál es el tipo de cambio que debería adoptar la
universidad. Al respecto, se podrían analizar dos posibles escenarios: uno,
referido a cambios, simples y superficiales (o cosméticos), donde se mueven
cosas para que todo quede igual; y dos, cambios sustantivos y profundos,
conducentes a una ‘’Verdadera Transformación de las Estructuras Universitarias’’,
en función de una revisión actualizada y actualizable de la visión y la misión
institucional. En esta perspectiva se podría anticipar que la universidad
adoptaría algunos de los siguientes procedimientos, decisiones y acciones: se
sometería a un largo proceso de auto-evaluación para tomar decisiones sobre
cambios que son obvios, por ejemplo, mejorar la planta física, actualizar los
planes de estudio de las carreras, diseñar nuevas carreras, mejorar el
desempeño de los docentes, mejorar la infraestructura académica, actualizar la
normativa interna, mejorar la gestión gerencial y la eficiencia del gasto,
entre otros. En esta segunda hipótesis se aspira que la
universidad se someta a un proceso de cambio planeado, con una visión de largo
aliento, pero con objetivos y metas de corto y mediano plazo. Esto supone poner en marcha un verdadero proceso de reingeniería, en
procura transformar su cultura organizacional, adoptar enfoques instruccionales
novedosos, con énfasis en el desarrollo de competencias profesionales, habilidades
para la resolución de problemas y para el aprendizaje permanente; utilizar el
enfoque de programas y proyectos, como estrategia de desarrollo organizacional;
enfatizar el desarrollo de la función de la investigación en áreas estratégicas
para el desarrollo regional y nacional con un enfoque multidisciplinario y en
cooperación con otras instituciones académicas y del sector productivo;
mantener un programa de mejoramiento permanente de la calidad del personal
académico; implantar un sistema de evaluación institucional que permita
monitorear y controlar la calidad de los procesos académico-administrativos a
fin de tomar decisiones pertinentes y oportunas.
La
nueva universidad será autónoma, publica, de régimen cívico-militar, de bien
social y tendrá como misión ser una comunidad de aprendizaje, de enseñanza, de
investigación. Sera un lugar en el que sus miembros, estudiantes, docentes,
directivos y empleados se relacionaran para el desarrollo del saber y de los
conocimientos, y se reunirán para aprender y asistirse unos a otros en un
conjunto de áreas del conocimiento, disciplinas y campos suficientemente
articulados y siguiendo cada quien las inclinaciones de su propio intelecto en
un ambiente académico organizado de tal manera que propiciara la formación de
un sólido carácter entre los estudiantes y contribuirá a su desarrollo
humanista, científico, social y tecnológico.
No
obstante lo anterior, es importante tener presente que, más allá del aspecto
tecnológico, la fundamentación de la transformación universitaria, depende
básicamente de: la visión compartida que tengan los miembros de la comunidad
académica acerca de un nuevo modelo universitario que responda a las
expectativas de cambio a que aspira la comunidad unefista, así como la sociedad;
el compromiso para su instrumentación, asumido por los diferentes actores
institucionales, orientados por genuinos valores académicos; y las acciones
estratégicas emprendidas por el liderazgo universitario, como responsable de
guiar el proceso de transformación.
Bibliografía
·
http://www.aporrea.org.
·
http://www.unefa.edu.ve/apure
·
Canestrari,
M. 2001. Reflexiones sobre la transformación de la UCV. Revista Debate Abierto.
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